12 may 2013

Velo Adriático

Amaneció lloviendo muchísimo, así que me resigné haciendo tiempo con nada. Un poco de charla con el chaval que regenta el hostel, pongo musiquita, me bajo a desayunar y lo que quieren es que cene con tanta tortilla, sandwich y demás, así que le pido tarta con el capuchino para espasmo de la camarera y listo. Luego miro la ruta que tengo pensado hacer, y cuando amaina, lo siento mucho por mis compañeros marmotas de cuarto, pero me tengo que ir, y cuando un motero errante marcha, la monta cual elefante en cacharrería con tanto complemento que arrastra tras de si. Que se le va hacer. Lo siento chicos, haber fumado menos ;)
Llegué a Dubrovnik más mirando al cielo que disfrutando de la costa adriática, pero finalmente seco. Fue llegar a dicha urbe y abrir el día completamente, como si fuera conocedor de todo con lo que tenía que cargar. Mejor que se hubiera quedado estrellado de nubes como antes, pero bueno, enganché la chupa a la mochila con los mismos anclajes que amarro la mochila a la moto y fuera, toca turisteo mochilero. De haber encontrado un hostel lo habría dejado todo en una taquilla, pero en Dubrovnik ni hostel ni nada. No es mas que un chupacuartos para el turista melón. Paga para subir a la muralla, paga para paseo chalanero por la orilla, paga por el funicular, paga por cualquier cosa que te imagines, pero paga. Yo creo que Dubrovnik lo reconstruyeron las touroperadoras a pesar de lo que dicen los libros. Si no había siete cruceros apiñados hoy allí, que mañana me llueva todo el día. Y venga colas de guiris por aquí y venga por allá. Eso si, bonito un rato, pero solo un rato, así que luego de comerme unas empanadillas árabes en la escalinata de una iglesia católica y patearme el casco antigua por todas partes, marché de allí con más ganas de moto que nunca. Estos sitios están bien, solo que marchas igual que llegas, pero con mas fotos y a mi lo que me gusta son los sitios con vida propia y esta ciudad tiene la misma vida propia que Kotor, Venecia o Brujas, la misma.
Hasta las seis y media de la tarde seguí surcando entre acantilados, golfos, cabos y bahías y siempre con alguna o muchas islas a la vista, una maravilla de paisajes, aunque me esperaba algo más, no sé. Durante casi todo el paseo hasta llegar a Split, las islas que acompañan son enormes, tan grandes que da la sensación de ría y no de mar, que ya ves, pero prefería que fuera algo más salpicado de peñascos e illotes (como si estas cosas fueran a la carta), pero no, en serio, precioso, de verdad, aunque mi mirada se apartara más a favor de las montañas que contra el mar.
Las montañas omnipresentes de la costa adriática son algo incalculable, inabarcable, grandérrimo, brillante y en ocasiones perturbador, como si en cualquier momento decidieran precipitarse al mar sin miramientos. Así que después de 300 kms de costa, decidí abrir el paquetito y ver lo que había dentro. Me piré por las aldeas. Solo que no hay muchas. Ni aldeas ni nada, en 200 kms encontré dos tristes pueblos y poco mas, además de unas hermosísimas postales, pero rápidas como eran las carreteras y para mi solito, en poco tiempo tenía hechos otros 200 kms.
Ya fuera de mi hora habitual para buscar cobijo y sin pueblos a menos de cien kms, paré en un restaurante de arcén y me dijeron que allí no había ni hoteles ni nada, pero que me buscarían donde dormir. Me comí una sopita calentita y luego un plato típico de lomo de cerdo encintado con beicon y una salsa deliciosa. Se personó un fulano dispuesto a alojarme en su casa y aquí estoy. El me habla alemán y yo inglés, y la cosa marcha.
Entre mañana y pasado seguramente tenga que tomar alguna decisión "importante", así que le pido a todos los druidas que sepan de mi, que invoquen al dios sol. Gracias!!

LA RUTA 475 kms


"meu tranganillo" en el Adriático
Muralla de Dubrovnick
precioso pueblo a orillas del Adriático
más muralla
pequeños lagos mientras esperaba por un semáforo de obra
donde vive la gente en Dubrovnik
pueblo engullido por los Balcanes a orillas del Adriático
sí hay vida en Dubrovnik
el turista melón
la valencia croata
Dubrovnik
más Dubrovnik
y más
y más
y máaaass
por escaleras que no sea
que no?
las montañas a las que no quito ojo
pero sobre todo, acantilados y mis montañas

8 comentarios:

  1. que aventureiro estas feitooo!!!! disfruta que queda poucoooo....:( jejejeje

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  2. Buenas......
    Seguro,seguro q todo precioso aunque a ti lo q mas t vaya sea lo rustico, llanate de tido q a esta turistica de pro.. le tienes q contar toito!!!
    Ahi, ahi!! Si no fuera por los turustas q seria de nosotros!!!!
    Sigue disfrutando,,,,,,
    Me encanta tu modo de ver la ruta
    Bessss
    Buen dia

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  3. Son tato,mentres recobro a conta google pois vai asi.
    Eres por escelencia el reportero mas dicharachero.jijiji.
    da gusto leer tus cronicas,me transportan a eses lugares por los que pasas.
    Me gustaria poder estar por eses " lares ",tal vez en otra ocasion,ya sabes que los hm no me dan miedo y las pistas tampoco,mas me da las relaciones publicas que veo que a ti se te da bastante bien.
    Pos'na a seguir rulando...

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  4. Bien isabel!!

    Tato, en galego tamen podes!! Jajaja ;)

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    Respuestas
    1. Xa,xa.Mais que nada por si o ve aljun extranxeiro que non entenda o Jallejo.
      ready to everything....

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  5. Mira que no saborear esa maravilla de Dubrovnik, yo me la hubiera comido entera tiene un aspecto la mar de apetitoso. Todas las lugares: costas, pueblos , ciudades, aldeas o gentes poseen algo mágico que merece la pena que exploremos. Es verdad que ya van quedando pocos lugares " vírgenes" sobre la tierra porque el turismo ha metido sus largas garras, pero que somos nosotros sino turistas ávidos de atrapar con nuestros ojos y con nuestras cámaras cualquier rincón del planeta. Estoy de scuerdo en que lo mas importante de un viaje no son las impresiones de los paisajes en nuestras retinas, sino la huella que dejan sus gentes en nuestras cabezas y nuestros corazones. Aunque por desgracia en la mayoría de las ocasiones en las que viajamos no hay tiempo para profundizar en el conocimiento de sus lugareños. Tu parece ser que estas consiguiendo ambos objetivos, Aprovecha que ya va quedando menos.

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  6. Para mezclarte con la gente, siempre es mejor solo. Ellos se sienten más seguros y confiados ante un solitario y se abren más. Desde luego la mejor experiencia del viaje, es la gente que me he encontrado. Espectacular!

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